martes, 30 de agosto de 2011

GENTE COMO NOSOTROS: 1a. PARTE




GENTE COMO UNO

Algunas pequeñas intervenciones con grandes repercusiones

Parte 1


Generalmente es difícil darse cuenta que los grandes hombres y mujeres de la Biblia eran tan humanos como nosotros lo somos. Estudiando las Escrituras podemos ser alentados por las virtudes de los personajes que estudiaremos al ver que uno puede –igual que pudieron ellos- hacer una diferencia al caminar con Dios.

Estudiaremos entonces, en la Palabra de Dios algunos casos de personas mas o menos anónimas o con poca trascendencia, que tuvieron alguna intervención digna de elogio o que realizaron alguna acción destacada o destacable, que tuvo algún impacto en las vidas de otras personas en su tiempo y en el futuro. Esas personas son admiradas hoy a través de los relatos de las Escrituras por sus acciones o virtudes. Pero el detalle importante acerca de los relatos que vamos a estudiar es que esas personas eran personas normales “como uno” que decidieron creer a Dios en una situación determinada.

Observaremos que algunos no reunían lo que podríamos llamar las condiciones apropiadas para llevar a cabo las acciones que llevaron a cabo y que lo hicieron por que creyeron.

Comenzaremos con dos historias que comparten los mismos actores. David, Betsabé, Natán y Salomón. En la primera de ellas veremos a un hombre cuya valentía quiero destacar muy especialmente. Su nombre: Urías.

2 Samuel 11

1 Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén.

En este registro hay que observar donde dice “…pero David se quedó en Jerusalén”. Lo normal en David era ir a la guerra con los suyos e ir delante de ellos. Aquí se quedó atrás.

2 Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. 3 Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo. 4 Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa.

Tan humano como lamentable... usando de su autoridad como rey simplemente mandó sus hombres y la tomó. David estaba lleno de esposas pero le gustó esta mujer y la tomó. Mientras tanto su gente estaba en el campo de batalla luchando y el… estaba con Betsabé.

5 Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta. 6 Entonces David envió a decir a Joab: Envíame a Urías heteo. Y Joab envió a Urías a David. 7 Cuando Urías vino a él, David le preguntó por la salud de Joab, y por la salud del pueblo, y por el estado de la guerra. 8 Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Y saliendo Urías de la casa del rey, le fue enviado presente de la mesa real.

Evidentemente el rey quería hacer que Urías se acostara con Betsabé y las cosas fueran mejor “tapadas”. Me hace acordar a los gatos. Una vez que defecan cubren sus heces con tierra. Así quería hacer David con su inconducta notoria. Veamos entonces la reacción del valiente Urías.

9 Mas Urías durmió a la puerta de la casa del rey con todos los siervos de su señor, y no descendió a su casa. 10 E hicieron saber esto a David, diciendo: Urías no ha descendido a su casa. Y dijo David a Urías: ¿No has venido de camino? ¿Por qué, pues, no descendiste a tu casa? 11 Y Urías respondió a David: El arca e Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab, y los siervos de mi señor, en el campo; ¿y había yo de entrar en mi casa para comer y beber, y a dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida de tu alma, que yo no haré tal cosa.

Esta era la prioridad en la vida de Urías que debiera haber sido igual para David. Urías tenía la oportunidad de ir con su mujer, dormir calientito y cómodo en su propia casa y rehúsa por que creía que no era correcto que el tuviera comodidades mientras sus colegas morían en el campo de batalla. Ese era Urías. Un valiente.

12 Y David dijo a Urías: Quédate aquí aún hoy, y mañana te despacharé. Y se quedó Urías en Jerusalén aquel día y el siguiente. 13 Y David lo convidó a comer y a beber con él, hasta embriagarlo. Y él salió a la tarde a dormir en su cama con los siervos de su señor; mas no descendió a su casa.

Ahora David prueba con el Plan “B” que básicamente era emborracharlo y tampoco le da resultado debido a la convicción de Urías. Entonces lamentablemente pasa al Plan “C”…

14 Venida la mañana, escribió David a Joab una carta, la cual envió por mano de Urías. [el mismo Urías llevaba en su mano su propia sentencia de muerte] 15 Y escribió en la carta, diciendo: Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera. 16 Así fue que cuando Joab sitió la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes [Urías era uno de esos valientes]. 17 Y saliendo luego los de la ciudad, pelearon contra Joab, y cayeron algunos del ejército de los siervos de David; y murió también Urías heteo. 18 Entonces envió Joab e hizo saber a David todos los asuntos de la guerra. 19 Y mandó al mensajero, diciendo: Cuando acabes de contar al rey todos los asuntos de la guerra, 20 si el rey comenzare a enojarse, y te dijere: ¿Por qué os acercasteis demasiado a la ciudad para combatir? ¿No sabíais lo que suelen arrojar desde el muro? 21 ¿Quién hirió a Abimelec hijo de Jerobaal? ¿No echó una mujer del muro un pedazo de una rueda de molino, y murió en Tebes? ¿Por qué os acercasteis tanto al muro? Entonces tú le dirás: También tu siervo Urías heteo es muerto. 22 Fue el mensajero, y llegando, contó a David todo aquello a que Joab le había enviado. 23 Y dijo el mensajero a David: Prevalecieron contra nosotros los hombres que salieron contra nosotros al campo, bien que nosotros les hicimos retroceder hasta la entrada de la puerta; 24 pero los flecheros tiraron contra tus siervos desde el muro, y murieron algunos de los siervos del rey; y murió también tu siervo Urías heteo.

A causa de la inconducta de David no solo murió el valiente Urías[1] sino otros hombres valiosos de Israel. Inclusive cuando Joab instruye al mensajero le precisa que palabras decir para que David no se enoje. Encima había que cuidar ese detalle con el rey que estaba totalmente fuera de lugar.

25 Y David dijo al mensajero: Así dirás a Joab: No tengas pesar por esto, porque la espada consume, ora a uno, ora a otro; refuerza tu ataque contra la ciudad, hasta que la rindas. Y tú aliéntale. 26 Oyendo la mujer de Urías que su marido Urías era muerto, hizo duelo por su marido. 27 Y pasado el luto, envió David y la trajo a su casa; y fue ella su mujer, y le dio a luz un hijo. Mas esto que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de Jehová.

Por si cabía alguna duda aquí queda claro que Dios no estaba de acuerdo. Por eso ahora entra en la escena el hombre de Dios Natán que pondrá las cosas en su lugar pero no puede hacer nada al respecto de la consecuencia que tuvieron David y Betsabé.

2 Samuel 12 

1 Jehová envió a Natán a David; y viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre. 2 El rico tenía numerosas ovejas y vacas; 3 pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija. 4 Y vino uno de camino al hombre rico; y éste no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar para el caminante que había venido a él, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para aquel que había venido a él. 5 Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte. 6 Y debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia.

Evidentemente el andar de Natán con Dios era de una gran precisión por que usó las palabras correctas y logró enfurecer al rey… en contra de sí mismo.

7 Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl, 8 y te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho más. 9 ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón. 10 Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. 11 Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. 12 Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol. 13 Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás. 14 Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá.

He aquí la consecuencia del pecado de David.

15 Y Natán se volvió a su casa. Y Jehová hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y enfermó gravemente.

David oró infructuosamente por la salud del niño por que murió irremediablemente.

24 Y consoló David a Betsabé su mujer, y llegándose a ella durmió con ella; y ella le dio a luz un hijo, y llamó su nombre Salomón, al cual amó Jehová.

“Llamó su nombre Salomón, al cual amó Jehová”. Hermoso registro de la Palabra de Dios acerca de la humanidad de un gobernante eminente en un triste momento de su vida. David fue un gran rey, un gran creyente un hombre que amó y respetó a Dios tal que Dios levantó de el descendencia hasta llegar a Cristo. Pero este registro lo muestra en un mal momento en su vida donde toma una mala decisión que Dios no respaldó y mandó a su hombre Natán a corregir.

Es necesario notar que Joab también era gente como uno y pudo –y ciertamente debiera- haberse opuesto a matar a Urías y decidió no hacerlo. Natán en cambio –también gente como uno- decidió hacer la diferencia creyendo a Dios y confrontando al rey.

Ahora los mismos personajes (excepto Urías) en el epílogo de la vida de David.

2 Samuel 3:2-4:

2 Y nacieron hijos a David en Hebrón; su primogénito fue Amnón, de Ahinoam jezreelita; 3 su segundo Quileab, de Abigail la mujer de Nabal el de Carmel; el tercero, Absalón hijo de Maaca, hija de Talmai rey de Gesur; 4 el cuarto, Adonías hijo de Haguit; el quinto, Sefatías hijo de Abital; 5 el sexto, Itream, de Egla mujer de David. Estos le nacieron a David en Hebrón.

De todos estos hijos que le nacieron a David en Hebrón en un rato vamos a concentrarnos en uno de ellos: Adonías.

1 Reyes 1:1-5:

1 Cuando el rey David era viejo y avanzado en días, le cubrían de ropas, pero no se calentaba. 2 Le dijeron, por tanto, sus siervos: Busquen para mi señor el rey una joven virgen, para que esté delante del rey y lo abrigue, y duerma a su lado, y entrará en calor mi señor el rey. 3 Y buscaron una joven hermosa por toda la tierra de Israel, y hallaron a Abisag sunamita, y la trajeron al rey. 4 Y la joven era hermosa; y ella abrigaba al rey, y le servía; pero el rey nunca la conoció.

Ya estamos ubicados en tiempo. El rey David era muy anciano y había muchas cosas que se le escapaban de su conocimiento.

5 Entonces Adonías hijo de Haguit se rebeló, diciendo: Yo reinaré. Y se hizo de carros y de gente de a caballo, y de cincuenta hombres que corriesen delante de él. 6 Y su padre nunca le había entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así? Además, éste era de muy hermoso parecer; y había nacido después de Absalón. 7 Y se había puesto de acuerdo con Joab hijo de Sarvia y con el sacerdote Abiatar, los cuales ayudaban a Adonías.

Muy parecido a la política de hoy día. Buscó alianzas para hacer mas firme su candidatura como rey.

8 Pero el sacerdote Sadoc, y Benaía hijo de Joiada, el profeta Natán, Simei, Rei y todos los grandes de David, no seguían a Adonías.

En otras palabra ninguno de estos mencionados en este registro estaban de acuerdo con lo que estaba haciendo este joven usurpador.

9 Y matando Adonías ovejas y vacas y animales gordos junto a la peña de Zohelet, la cual está cerca de la fuente de Rogel, convidó a todos sus hermanos los hijos del rey, y a todos los varones de Judá, siervos del rey; 10 pero no convidó al profeta Natán, ni a Benaía, ni a los grandes, ni a Salomón su hermano. 11 Entonces habló Natán a Betsabé madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que reina Adonías hijo de Haguit, sin saberlo David nuestro señor? 12 Ven pues, ahora, y toma mi consejo, para que conserves tu vida, y la de tu hijo Salomón. 13 Ve y entra al rey David, y dile: Rey señor mío, ¿no juraste a tu sierva, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará en mi trono? ¿Por qué, pues, reina Adonías? 14 Y estando tú aún hablando con el rey, yo entraré tras ti y reafirmaré tus razones.

Seguramente tanta precisión y detalle en este plan provendrían de un andar de revelación de Natán con Dios que por otro lado no era extraño en Natán. La línea sucesoria del reinado tenía que seguir con Salomón. De no ser así y Adonías hubiese triunfado con sus planes probablemente hubiese matado a Salomón y  la línea real[2] de Jesucristo hubiese estado en serio peligro. Eso sería así visto hoy para atrás que sabemos que Salomón es una de las personas que forman la línea de sangre real del señor Jesucristo pero en aquellos días todo lo que tenían para saber qué hacer era la revelación de Dios en cuanto a qué hacer en esa situación. Acá lo que tuvieron que hacer fue ir al rey y enterarlo, pero como era rey había que saber qué decir y cómo decirlo. Natán tenía experiencia con ese andar de revelación para decirle cosas a David desde que lo confrontó por su relación con Betsabé cuando mandó matar a Urías el primer marido de Betsabé.

15 Entonces Betsabé entró a la cámara del rey; y el rey era muy viejo, y Abisag sunamita le servía. 16 Y Betsabé se inclinó, e hizo reverencia al rey. Y el rey dijo: ¿Qué tienes? 17 Y ella le respondió: Señor mío, tú juraste a tu sierva por Jehová tu Dios, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará en mi trono. 18 Y he aquí ahora Adonías reina, y tú, mi señor rey, hasta ahora no lo sabes. 19 Ha matado bueyes, y animales gordos, y muchas ovejas, y ha convidado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar, y a Joab general del ejército; mas a Salomón tu siervo no ha convidado.

Ella le habla al rey como una sierva de el no como la esposa de el y madre nada menos que de Salomón que era. Lo mas probable es que las palabras hayan sido dictadas por el mismo Natán. Acá había mucho en juego y ellos tenían que andar como sobre hielo. Ella tenía el derecho de reclamar la promesa que el rey le había hecho años atrás; sin embargo va con todo respeto, se presenta como una sierva y dice las palabras delante del rey que el tiene que oír y luego tras ella Natán la apoyaría.

20 Entre tanto, rey señor mío, los ojos de todo Israel están puestos en ti, para que les declares quién se ha de sentar en el trono de mi señor el rey después de él.

Adonías tenía mucho a su favor. Nada menos que Joab el jefe del ejército de David (conocido nuestro del relato anterior que aceptó la orden del rey de matar un hombre valioso para Israel) uno de los sacerdotes mas prominentes de su época pero no contaba con el hombre de Dios Natán ni con Sadoc ni con ninguno de los grandes de David.

21 De otra manera sucederá que cuando mi señor el rey duerma con sus padres, yo y mi hijo Salomón seremos tenidos por culpables.

En otras palabras ella y Salomón iban a ser muertos.

22 Mientras aún hablaba ella con el rey, he aquí vino el profeta Natán. 23 Y dieron aviso al rey, diciendo: He aquí el profeta Natán; el cual, cuando entró al rey, se postró delante del rey inclinando su rostro a tierra. 24 Y dijo Natán: Rey señor mío, ¿has dicho tú: Adonías reinará después de mí, y él se sentará en mi trono? 25 Porque hoy ha descendido, y ha matado bueyes y animales gordos y muchas ovejas, y ha convidado a todos los hijos del rey, y a los capitanes del ejército, y también al sacerdote Abiatar; y he aquí, están comiendo y bebiendo delante de él, y han dicho: ¡Viva el rey Adonías!

¡Qué inteligente movida! David aun estaba vivo así que técnicamente a menos que abdicara era aun el rey sobre Israel. Por eso le dice que estaban celebrando diciendo ¡Viva el rey Adonías!...

26 Pero ni a mí tu siervo, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaía hijo de Joiada, ni a Salomón tu siervo, ha convidado. 27 ¿Es este negocio ordenado por mi señor el rey, sin haber declarado a tus siervos quién se había de sentar en el trono de mi señor el rey después de él?

¿Vos diste esa orden Rey? Evidentemente las palabras a utilizar fueron escogidas por revelación de Dios por que lograron que David diligenciara las cosas de tal manera que asegurara la sucesión de su hijo Salomón.

28 Entonces el rey David respondió y dijo: Llamadme a Betsabé. Y ella entró a la presencia del rey, y se puso delante del rey. 29 Y el rey juró diciendo: Vive Jehová, que ha redimido mi alma de toda angustia, 30 que como yo te he jurado por Jehová Dios de Israel, diciendo: Tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará en mi trono en lugar mío; que así lo haré hoy. 31 Entonces Betsabé se inclinó ante el rey, con su rostro a tierra, y haciendo reverencia al rey, dijo: Viva mi señor el rey David para siempre. 32 Y el rey David dijo: Llamadme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, y a Benaía hijo de Joiada. Y ellos entraron a la presencia del rey.

Bueno evidentemente la guía de Dios a Natán estaba dando resultado.

33 Y el rey les dijo: Tomad con vosotros los siervos de vuestro señor, y montad a Salomón mi hijo en mi mula, y llevadlo a Gihón; 34 y allí lo ungirán el sacerdote Sadoc y el profeta Natán como rey sobre Israel, y tocaréis trompeta, diciendo: ¡Viva el rey Salomón! 35 Después iréis vosotros detrás de él, y vendrá y se sentará en mi trono, y él reinará por mí; porque a él he escogido para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá.

38 Y descendieron el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía hijo de Joiada, y los cereteos y los peleteos, y montaron a Salomón en la mula del rey David, y lo llevaron a Gihón. 39 Y tomando el sacerdote Sadoc el cuerno del aceite del tabernáculo, ungió a Salomón; y tocaron trompeta, y dijo todo el pueblo: ¡Viva el rey Salomón! 40 Después subió todo el pueblo en pos de él, y cantaba la gente con flautas, y hacían grandes alegrías, que parecía que la tierra se hundía con el clamor de ellos. 41 Y lo oyó Adonías, y todos los convidados que con él estaban, cuando ya habían acabado de comer. Y oyendo Joab el sonido de la trompeta, dijo: ¿Por qué se alborota la ciudad con estruendo? 42 Mientras él aún hablaba, he aquí vino Jonatán hijo del sacerdote Abiatar, al cual dijo Adonías: Entra, porque tú eres hombre valiente, y traerás buenas nuevas. 43 Jonatán respondió y dijo a Adonías: Ciertamente nuestro señor el rey David ha hecho rey a Salomón; 44 y el rey ha enviado con él al sacerdote Sadoc y al profeta Natán, y a Benaía hijo de Joiada, y también a los cereteos y a los peleteos, los cuales le montaron en la mula del rey; 45 y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo han ungido por rey en Gihón, y de allí han subido con alegrías, y la ciudad está llena de estruendo. Este es el alboroto que habéis oído. 46 También Salomón se ha sentado en el trono del reino, 47 y aun los siervos del rey han venido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciendo: Dios haga bueno el nombre de Salomón más que tu nombre, y haga mayor su trono que el tuyo. Y el rey adoró en la cama. 48 Además el rey ha dicho así: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que ha dado hoy quien se siente en mi trono, viéndolo mis ojos. 49 Ellos entonces se estremecieron, y se levantaron todos los convidados que estaban con Adonías, y se fue cada uno por su camino. 50 Mas Adonías, temiendo de la presencia de Salomón, se levantó y se fue, y se asió de los cuernos del altar. 51 Y se lo hicieron saber a Salomón, diciendo: He aquí que Adonías tiene miedo del rey Salomón, pues se ha asido de los cuernos del altar, diciendo: Júreme hoy el rey Salomón que no matará a espada a su siervo. 52 Y Salomón dijo: Si él fuere hombre de bien, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; mas si se hallare mal en él, morirá. 53 Y envió el rey Salomón, y lo trajeron del altar; y él vino, y se inclinó ante el rey Salomón. Y Salomón le dijo: Vete a tu casa.

Acá el hecho destacable fue la restitución de la línea sucesoria a Salomón y los personajes como uno fueron Betsabé y Natán. ¡Imagínese a Betsabé en la bañera aquella tarde que el rey “le echó el ojo”! (eso será fácil para algunos) y luego, ubicándose en ese momento y lugar imagínela teniendo tal intervención que impactó aún hasta nuestros días. Una mujer, una madre, una, tan sólo una entre las muchas mujeres del rey ¿Cuántas veces será así con nosotros que hacemos acciones influyentes como quien no quiere la cosa y que sin embargo impactan e impactarán a miles aunque no lo veamos en nuestro “aquí y ahora”?

Siempre que uno haga la voluntad de Dios habrá resultados garantizados, por que la Palabra es de Dios y nunca retorna a El vacía[3]. No importa quien uno sea como tampoco importa si alguna vez vemos los resultados. La garantía de la Palabra de Dios es por escrito, de por vida y está garantizada directamente por Su autor. La Biblia está llena de registros  de personas que tuvieron pequeñas intervenciones que trajeron grandes repercusiones.

Salomón formaba parte de la línea de sangre del señor Jesucristo. Si Adonías hubiese triunfado en su usurpación… ¿qué hubiese ocurrido? Sin embargo gracias a Natán un hombre de Dios y a Betsabé una reina de la belleza entrada en años que confrontaron al rey para que pusiera las cosas en su lugar y están en su lugar hasta hoy por que ellos creyeron y actuaron según la guía de Dios. Igual que nosotros.

SOLI DEO GLORIA

REV. RUBEN DARIO DAZA B. 

Nota del  Autor

Toda la Escritura utilizada en este artículo es de la Versión Reina Valera 1960[4] a menos que se especifique algo en contrario.

Una parte de este estudio está basado en un trabajo del Dr. Victor Paul Wierwille llamado David y Betsabé el Capítulo Final[5].

Debido a que los paréntesis se utilizan en el texto Bíblico; cada vez que exista una nota del autor estará colocada entre corchetes para diferenciarla.

Todas las citas de fuentes externas se notarán en esta otra tipografía para diferenciarlas del resto. Asimismo cuando la cita de la fuente sea de mayor longitud que la presentada en este artículo; se resumirá usando “...” indicando que hay mas información disponible para consulta en dicha fuente.

Las notas al final son una parte integral y necesaria del Estudio. Tienen el propósito de documentar, respaldar, ampliar, aclarar, o reforzar el tema que se trate.

Esta enseñanza somete a consideración del lector el tema que trata. Es un punto de partida que propone, orienta y -desde ya- concluye con lo que el autor ha estudiado y debido a eso presentado de las Escrituras. La Palabra de Dios es simplemente inagotable. El único que no necesita revisión es Dios mismo y Su Palabra según fue originalmente inspirada. Pero nuestro conocimiento y entendimiento  de las distintas maravillas presentadas en la Palabra de Dios siempre pueden ser sometidas al escrutinio[6] del estudiante. Entonces, el presente trabajo es presentado al estudiante Bíblico como una ayuda, una fuente mas de consulta, de referencia y de estudio de la Palabra de Dios. La obra está lejos de pretender ser la única ni mucho menos la más sobresaliente obra de este tipo que exista. Ella no posee eminencia sobre ninguna otra ni es autoridad última sobre el tema. La autoría de la Palabra de Dios es la exclusividad del Padre Celestial y como tal es la fuente de conocimiento y autoridad única.




[1] Mateo 1:6 Se hace mención de Urías en el Nuevo Testamento
[2] Mateo 1:6 y 7
[3] Isaías 55:9-12
[4] La Santa Biblia Antiguo y Nuevo Testamentos, Antigua Versión de Casiodoro de Reina (1569) Revisada por Cipriano de Valera (1602) Revisión de 1960. Sociedades Bíblicas Unidas, 1993
[5] Turn Your Eyes Upon Jesus, Victor Paul Wierwille, editado póstumamente por Christopher C. Geer, European Christian Press, The Way in Great Britain Ltd. 1990, Página 23
[6] Hechos 17:11

domingo, 28 de agosto de 2011

TODAS LAS COSAS AYUDAN A BIEN: TERCERA PARTE


Lucas 18:19

19 Jesús le dijo:
--¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo Dios

TODAS LAS COSAS AYUDAN A BIEN:

ALGUNOS EJEMPLOS

 
Por un instante imagínese una situación común, muy común para quienes tienen hijos o han visto a los niños jugando. ¿Cuántas veces totalmente distraído por el juego el niño se cae, se golpea, se raspa la rodilla y va corriendo a usted que es una persona mayor, responsable para que lo contenga? Viene decidido corriendo y llorando a todo dar le relata los detalles de cómo fue la cosa. Usted no entiende nada de lo que explica por que el se apura para contárselo a usted y a la vez llora. El busca su contención, busca que usted le diga que va a pasar, que usted lo va  a ayudar, que no es nada… Usted le habla suave, le dice que no se haga problema, lo acaricia, lo abraza, le lava la lastimadura… Eso se espera que usted haga con su hijo. Eso es lo normal. Nuestros hijos esperan eso de nosotros. Ahora imagínese que usted produce el daño de su hijo a propósito (si ya sé que es una locura pero imagínese igual por un rato), el se cae, se lastima y corre a usted por contención y ayuda y usted le dice: Hijo te hice esto para ayudarte a ser mejor en tu vida y que aprendas a caer… ¿Qué pensarían sus vecinos de usted? ¿Qué haría su esposa o su esposo con usted si se entera de esto? Sería un caso “mental” para tratar por un profesional… ¿verdad? Sin embargo es lo que dicen que el Padre celestial hace con Sus hijos para ayudarlos o bendecirlos o hacerlos mejores…

Lucas 11:11-13:

11 ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? 12 ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? 13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

Entre otras mentiras que nos han tratado de meter es la que culpa a Dios de la muerte. Sin embargo la Palabra de Dios no deja lugar a dudas que la muerte no forma parte del curriculum vitae ni del modus operandi del Padre celestial.

1 Corintios 15:26:

Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. 

La Palabra es de Dios y El –como autor que es de Su Palabra- dice que la muerte es un enemigo. El mismo señor Jesucristo hubiese estado en falta al resucitar a Lázaro si fuera que la muerte viniera de Dios. Pero la muerte no viene de Dios.

Como parte de la enferma falacia que pretende endosarle a Dios los males de la humanidad quizás la siguiente en la lista de cosas atribuidas a Dios y una de las grandes supuestas pruebas sería la enfermedad pero entre otras grandes cosas que Dios dio a los hombres una manifestación de Su espíritu que es también manifestación de Su amor a las personas: dones de sanidades.

1 Corintios 12:4-9:

4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. 7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. 8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; 9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.

Qué importante debe ser para Dios nuestro bienestar que sabiendo que uno puede estar mal por distintas razones dio como parte del paquete inmerecido de beneficios el que los unos podamos ministrar sanidad a los otros dentro de la familia de Dios.

Dios siempre hace lo que puede para que Su gente no tenga que pasar por prueba alguna. Su revelación a Sus hijos es una de las herramientas fundamentales para ayudar a las personas a que no se metan en problemas… pero el hombre a veces elige mal aun a pesar y en oposición directa al sabio y sano consejo de Dios y luego a causa de la desobediencia sobreviene la calamidad.

EL EJEMPLO DEL APÓSTOL PABLO.


Hechos 20:22 - 26:

22. Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; 23 salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.
24. Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministério que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. 25. Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro.

Es interesante que Pablo ligado en espíritu, es decir el espíritu de Dios y el de él estaban ligados entre sí, donde el Espíritu de Dios le advertía de no ir a Jerusalén, porque allí le esperaban prisiones y tribulaciones. En otras palabras, el Espíritu Santo, de una manera insistente, le decía a Pablo: "Pablo no vayas a Jerusalén porque te van hacer la vida imposible". Y lo más increíble de todo era que, se lo decía por todas las ciudades. Y saben cual fué la respuesta de este gran hombre hijo de Dios: "Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministério que recibí del Señor Jesús"... Si analizamos bien estas palabras, vemos a un Pablo resuelto, sincero, pero totalmente equivocado. Cuando dice que de ninguna cosa hago caso, significa que pasó a actuar según la voluntad de él y no la voluntad de el Espíritu Santo. Aqui Pablo pasó a ser de un hijo obediente a un hijo terco y porfiado.  Pero ahora observe cómo Dios insiste con los hijos obstinados:

Hechos 21: 1 - 4

1 Después de separarnos de ellos, zarpamos y fuimos con rumbo directo a Cos, y al día siguiente a Rodas, y de allí a Pátara. 2 Y hallando un barco que pasaba a Fenicia, nos embarcamos, y zarpamos. 3 Al avistar Chipre, dejándola a mano izquierda, navegamos a Siria, y arribamos a Tiro, porque el barco había de descargar allí. 4 Y hallados los discípulos, nos quedamos allí siete días; y ellos decían a Pablo por el Espíritu, que no subiese a Jerusalén.

Le decían por el espíritu quiere decir que Dios le había revelado a ellos, a los discípulos de Pablo en la ciudad de Tiro, para que le dijeran a Pablo: "... que no subiese a Jerusalén". Dios es fantástico. Sí, Pablo estaba engañado, obrando tercamente, Dios de una manera cariñosa y lleno de ternura, le reveló a sus discípulos de Pablo de la ciudad de Tiro, advirtiéndolos sobre los peligros que le esperaban en Jerusalén. Una cosa muy importante es que Dios es respetuoso de las personas y del protocolo. No tenga duda alguna que antes de decírselos a ellos ( a sus discípulos), para que a su vez se lo dijeran al apóstol, Dios primerísimamente se lo dijo al mismo Pablo. Leamos de nuevo Hechos 20.

Hechos 20:22-24:

22 Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; 23 salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones. 24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

Como Pablo no hizo caso, Dios entonces hizo Su mejor uso del “plan B” para ayudarlo al apóstol a que no “meta la pata”. Pero El Padre nunca tuerce el brazo o impone Su voluntad en contra la voluntad de las personas. El plan “B” básicamente fue revelarle a otras personas lo que ya le había revelado personalmente a Pablo. 

Hechos 21:8-14:

8 Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. 9 Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban [¿Qué cree usted que estas chicas profetizaban?]. 10 Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo, 11 quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles. 12 Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén. 13 Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús. 14 Y como no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: Hágase la voluntad del Señor.

Pablo estaba desobedeciendo a Dios para no ir a Jerusalén, y Dios usó todos Sus recursos pero no pudo ir en contra de la voluntad y necedad de Pablo. Por eso la parte que dice: “…desistimos diciendo: hágase la voluntad del Señor” tiene que estar mal traducida por que la voluntad de Dios era clara: que no fuera a Jerusalén sin embargo el quería ir igual. Así que ellos desistieron de decir hágase la voluntad del Señor por que  esa voluntad había sido declarada por varias personas de distintas maneras y rechazada por Pablo. Esta pequeña diferencia en la cláusula (desistimos diciendo en lugar de desistimos de decir) le haría pensar a cualquiera que la voluntad de Dios era que Pablo fuera a Jerusalén cuando en verdad era todo lo contrario. Esas pequeñas diferencias son importantes por que inducen a error a las personas.

Dios quiere nuestro bien; por eso una manera mas de protección a nuestras vidas es Su revelación escrita a nosotros y cuando fuera necesario Su revelación personal. Eso hizo Dios con Pablo directamente a él y a través de las personas que profetizaron.

¡Cuánto les hubiese ahorrado a Dios, a Pablo y a los hijos de Dios de ese entonces que el apóstol hubiese obedecido! Solamente un poco mas abajo del registro que acabamos de leer menciona que unos judíos de Asia armaron tal alboroto que lo tomaron, lo arrastraron y golpeándolo procuraron matarle (21:27-32), luego lo ataron con cadenas y mas tarde liberado de éstas lo atan con correas y cuando lo iban a azotar salva su pellejo mencionando que es ciudadano romano. El quería ir a Jerusalén pero terminó en Roma. No era la voluntad de Dios todo el mal que tuvo que pasar. El tribuno que lo custodiaba temía que fuera despedazado (23:10). Unos judíos se habían juramentado darle muerte (23:12). Tuvieron que sacarlo de noche para proteger su integridad física (v31). Dos años del apóstol mas grande de la cristiandad disminuidos en poder (no anulados) por la necedad de hacer su voluntad en oposición directa a la voluntad de Dios. No es que Pablo se quedó quieto esos años y no hizo nada durante ese tiempo pero ¡¿cuánto más pudo haber hecho en ese tiempo de haber obedecido?!... Se frustraron y no se cumplieron algunos objetivos de su plan misionero de Pablo, como la de ir a España (Romanos 14:24 y 28).

Veamos otro ejemplo:

Génesis 2:16 y 17:

Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Dios ama a Su gente y le aconseja conforme a ese amor. La mejor opción en todo caso para Su gente es hacer la voluntad de Dios. Depende de las personas por que el Padre celestial no fuerza ninguna situación. Siempre respeta nuestra voluntad. Aquí le da al primer hombre el conocimiento de Su voluntad en cuanto a como conducirse en la vida que acababa de ser inaugurada… ¡el era el primer ser humano! Ocurre lo que muchos sabemos que ocurrió es decir que el y su mujer desobedecieron y la calamidad vino como consecuencia de ello.

Génesis 3:16-19:

16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu  mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.18  Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del   campo.19  Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.

Desde que el hombre es hombre tiene la tendencia de suponer que sabe mas que Dios y cuando esto de una manera u otra es logrado –es decir que triunfa la estupidez en lugar de la sabiduría bondadosa del Padre celestial- ocurre la calamidad en contra del mismo hombre.

 Pasemos a otro ejemplo:

1 Samuel 8:4-22:

1 Aconteció que habiendo Samuel envejecido, puso a sus hijos por jueces sobre Israel. 2 Y el nombre de su hijo primogénito fue Joel, y el nombre del segundo, Abías; y eran jueces en Beerseba. 3 Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho. 4 Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel, 5 y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. 6 Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová. 7 Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos. 8 Conforme a todas las obras que han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, dejándome a mí y sirviendo a dioses ajenos, así hacen también contigo. 9 Ahora, pues, oye su voz; mas protesta solemnemente contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos. 10 Y refirió Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey. 11 Dijo, pues: Así hará el rey que reinará sobre vosotros: tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro; 12 y nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros. 13 Tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras. 14 Asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos. 15 Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos. 16 Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras. 17 Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus siervos. 18 Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas Jehová no os responderá en aquel día.

Dios les advierte que cuando clamaran a El por ayuda con todas estas consecuencias por su desobediencia, El no les iba a responder. Ese era el justo juicio de Dios. El se los advirtió. Esta gente estaba como los chicos que quieren el mismo juguete que su amiguito por que lo vieron en la tele. Dios les dice que no les conviene pero igual ellos estaban empecinados e insistieron y lograron tener un rey y pasaron todas las cosas que Dios les dice aquí que iban a pasar en Israel debido a los reyes.

19 Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros; 20 y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras. 21 Y oyó Samuel todas las palabras del pueblo, y las refirió en oídos de Jehová. 22 Y Jehová dijo a Samuel: Oye su voz, y pon rey sobre ellos. Entonces dijo Samuel a los varones de Israel: Idos cada uno a vuestra ciudad.

Estaban advertidos pero igual… querían rey. ¿Qué hizo Dios? Buscó la mejor solución dentro del marco de referencia de la paupérrima posibilidad de elección que ellos -simples hombres de carne y hueso- le dieron a Dios el supremo hacedor. El, Jehová de los ejércitos de las cosas creadas limitado por un manojo de tontos ensoberbecidos.

Uno de los casos mas paradigmáticos que hay entre los muchos registros de la Palabra de Dios en cuanto a la bondad de Dios y la maldad del adversario perfectamente expuestas es el libro de Job[1]. El total del libro trata del sufrimiento humano, y la sanidad. Es una historia real de sufrimiento, creencia y liberación. Compara vívidamente la bondad de Dios con la maldad del Diablo. El libro de Job es el ámbito donde uno puede ver los verdaderos colores de Satanás, donde se puede ver con total claridad lo que pasaría con las personas si el Diablo pudiera o lo dejaran. No es para nada que Dios permitió que Job pasara por este período de sinsabores para mostrarnos y decirnos o indicarnos de manera alguna que El es el autor de la enfermedad o que lo probó a Job para ver si era digno. El propósito del libro es mostrarnos la bondad de Dios y la maldad del Diablo, que Dios es todo bien y el Diablo es todo mal. Hay que conservar in mente que existe una obligación legal contractual otorgada por Adán y Eva al Diablo que el justo juicio de Dios no puede menos que respetar.

Job 1:1:

Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.

Este era Job muy sucintamente descrito. Job era respetuoso (temeroso) de Dios y a causa de eso estaba apartado del mal. Sigue el relato contando que tenía todas las cosas que el Padre celestial quiere que Su gente tenga: bendiciones y prosperidad, que sus cosas le vayan bien. Siete hijos y tres hijas. Siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes… Era el mas grande de todos los orientales y no por tener pozos petroleros sino por ser temeroso de Dios y apartado del mal. Esta siempre es la voluntad de Dios para Su gente. Pros-pe-ri-dad, es decir que sus cosas le vayan bien. 

Algunos versículos mas abajo Satanás hace un comentario acerca de Job que resulta ser verdad, por que a veces el adversario dice la verdad.

Job 1: 9 y 10:

9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? 10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.

Aquí el adversario da una descripción precisa de la bondad y voluntad de Dios para los hombres. ¿Cómo no iba a protegerlo Dios si Job era un hombre temeroso de El? Dios coloca cercos de fuego alrededor de Su gente que son tan impenetrables como impenetrable sea la creencia de la persona. Cuando uno pertenece a Dios uno puede estar expectante de recibir Su protección en la vida. Pero –va de nuevo- la impenetrabilidad de la protección depende de nuestra creencia en las promesas de Dios. 

Dios es siempre bueno, no tiene de ninguna manera alguna maldad, Dios es luz, no hay sombra ni oscuridad en El. Job tenía lo que tenía debido a la bondad de Dios en su vida y por que Job amaba y respetaba a Dios.

Job 1: 6 y 7:

6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás. 7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella.

Dios es omnipresente en cambio el ámbito de Satanás es la tierra por que ahí dice: “…de rodear la tierra y de andar por ella.” Hemos leído como la bondad de Dios fluía hacia Job. Ahora en esta “charla” Satanás le pregunta a Dios…

Job 1:9:

Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?

En otras palabras Satanás dice: Job tiene razones para respetarte… Lo has bendecido, lo rodeaste por un cerco de fuego, tiene muchos hijos, un montón de camellos y de bueyes… Cualquiera a quien le hagas esto te va a amar Dios… La siguiente cosa que hace el adversario es tratar de tentarlo a Dios.

Job 1:11:

Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 

Todo lo que Dios da a Sus hijos el Diablo trata de arrebatar. La voluntad del adversario es enfermedad, pobreza y destrucción para las personas. La gente le atribuye a Dios huracanes, aludes, terremotos dejando pasar la enseñanza del libro de Job en particular pero de toda la Palabra de Dios en general que declara que indudablemente quien hace esas cosas no es El sino Su archi enemigo. Cuando la gente se aleja de Dios lo suficiente es como nadar mar adentro. Uno puede nadar hasta que está tan lejos de la costa y de la protección que esta podría brindarle y entra en el terreno de los tiburones y ya está su destino signado.

Veremos según se desarrolla el relato que Job hizo algo tal que fisuró el cerco de protección que Dios puso alrededor de él para protegerlo. Entre los versículos 13 y 19 hay una descripción de la secuencia de terribles eventos que les ocurren a los hijos de Job. El adversario no tiene límites en su maldad. Entre el fuego, los sabeos y los caldeos destruyeron la vida de los hijos de Job. El adversario usa todos los medios a su alcance y fundamentalmente a la gente para hacer sus males sobre las personas. El en su maldad irrefrenable puede usar a su mejor amigo su vecino o lo que sea con tal de asestarle tan duro como pueda para hacerle mal. Aquí vemos los verdaderos colores como lo vemos cuando estudiamos los momentos finales del señor Jesucristo sobre la tierra y todo el mal que el Diablo ejerció sobre el a través de las personas.

Job 2:7:

Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.

¿De dónde proviene la enfermedad y las calamidades? Del archi enemigo de Dios. Job terminó miserable de los pies a la cabeza a causa del trabajo de Satanás en su vida. Aun así algunas personas quieren hacernos creer que la enfermedad es una especie de bendición que proviene de Dios para hacernos mejores cristianos, para ser humildes…Esto no es lo que la Palabra de Dios enseña.

Para hacer una larga historia mas bien corta. Vamos al final del libro.

Job 42:10:

Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.

Dios llama a lo que Job tuvo una aflicción y fue justamente El, quien se la quitó y hemos visto inequívocamente quien trajo sobre el buen Job la calamidad en extremo. “Satanás hirió a Job… Jehová quitó la aflicción de Job”.

En Job capítulo uno versículo cinco vemos como se produjo la fisura en el cerco de protección que Job tenía puesto por Dios.

Job 1:5:

Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba [a sus hijos], y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.

Podemos tener un gran respeto por Job por que era “colega” nuestro. Sabemos de la Palabra de Dios que era respetuoso de Dios y eso lo hace un hombre digno de toda nuestra admiración y respeto. Pero las Escrituras dejan en claro qué fue lo que pasó así nosotros podemos aprender de ello. Este era un miedo de Job… “quizás hayan pecado… blasfemado en sus corazones…” Esto Job lo hacía todos los días… Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. El miedo es muy poderoso, tanto que puede romper un cerco de protección. El mismo Job reconoció esto.

Job 3:25:

25 Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía.

La gente tiene tan incorporado a su vocabulario que Dios envía todo tipo de calamidad que es vergonzoso y ciertamente diabólico. Nosotros Sus hijos no debiéramos pensar así de nuestro Padre celestial. Por muchos años han sostenido que la enfermedad era enviada por Dios como una medida correctiva y disciplinaria para purificarse. Pero recién leímos en el capítulo 42 que hay dos cosas que Dios hizo con Job y está haciendo todo el tiempo con Su gente: quitó la aflicción y multiplicó los bienes físicos y afectivos de Job.

La miserable situación de Job tuvo la ayuda de sus amigos que funcionaron mas bien como salvavidas de plomo para el pobre Job. Ahora veremos qué les dice Dios. Uno tras otro lo hundían mas en su pesar en lugar de simplemente callarse la boca y verdaderamente tenderle una mano a un muy buen hombre en un muy mal momento.

Job 42:7-9:

7 Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras a Job, Jehová dijo a Elifaz temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros; porque no habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job. 8 Ahora, pues, tomaos siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job. 9 Fueron, pues, Elifaz temanita, Bildad suhita y Zofar naamatita, e hicieron como Jehová les dijo; y Jehová aceptó la oración de Job.

Aun en su inconmensurable estado de dolor Job obró con rectitud delante de Dios. Reconoció su falta y finalmente Dios lo liberó. Todas las cosas lo ayudaron a bien.

Job 42:10:

Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.

Esto vaya por si alguien dudaba del poder de la oración. En el momento que Job oró por sus amigos Dios quitó su aflicción. La importancia de la oración, la importancia del dar a otros con el beneficio extra de sanarse uno mismo.

Hay muchos ejemplos mas en las Escrituras que pueden mal interpretarse como que Dios hizo pasar a ciertas personas por una situación mala para salvarlos de alguna otra que uno podría juzgar como peor. Tal es el caso de José, un gran hombre de Dios cuya historia completa recomiendo leer y estudiar (Génesis 37 al 50). Ahora por brevedad del tiempo simplemente tomaremos los pasajes necesarios para hacer un retrato de la circunstancia de este gran hombre en tierra extranjera. Éste José era hijo de Jacob también llamado Israel y era la cabeza de una de las doce tribus de Israel. Tenía José entonces once hermanos que no lo querían por que su padre lo amaba a el mas que al resto. (Génesis 37:3y4). El tuvo un sueño que contó a sus hermanos y a su papá que lo puso en peor situación delante de sus hermanos. El soñó que sus hermanos un día se iban a inclinar delante de el, lo cual los enfureció aun mas en su contra. En una ocasión los hijos de Jacob salieron al campo y José se había quedado en casa. Después de unos días su padre lo mandó a ver como estaban sus hermanos y ellos aprovecharon la situación para vengarse de José. Lo vendieron como esclavo a unos madianitas que iban rumbo a Egipto. Tomaron la túnica de José (Génesis 37:36) la cual empaparon con sangre de un cabrito y se la llevaron a Jacob quien pensando que su hijo había sido comido por un animal lo lloró amargamente. Los madianitas lo vendieron al capitán de la guardia de Faraón cuyo nombre era Potifar; quien al ver que Jehová lo prosperaba lo puso como cabeza de su casa (Génesis 39:5). Lamentablemente la mujer de Potifar quiso tener relaciones con José a lo cual José se negó por que no quería traicionar la confianza de su amo. Como el no accedió, ella lo acusó (Génesis 39:18) de querer forzarla y ciego de celos Potifar le creyó a su mujer y echó en la cárcel a José. Ahí Dios también lo prospera por que el Jefe de la cárcel lo pone al cuidado de todos los presos. En una ocasión (Génesis 40) el Faraón encarceló a su copero y a su panadero. Ambos tuvieron un sueño y se lo comentaron a José quien les dio la interpretación: la muerte para el panadero y la liberación para el copero tras lo cual regresa al servicio del Faraón olvidándose completamente de José y de tenderle una mano. Unos dos años mas tarde el Faraón tuvo un sueño que lo perturbó muchísimo y el copero ahí si se animó a mencionarle el caso de su sueño y el del panadero y como había interpretado el sueño José. Faraón mandó llamar a José quien interpretó el sueño del Faraón y lo hizo segundo en el reino. Una vez mas Dios lo prospera aun en el medio de tanta adversidad. Cayó en aquella época una gran hambruna y sus hermanos sin saber de el fueron a Egipto mandados por Jacob para comprar alimento. José los recibe sin ser reconocido por ellos, ejerce una especie de venganza hasta que les declara quien es y manda a traer a su padre y su hermano menor Benjamín para que vivan sus últimos años en Egipto. Así ocurrió hasta que Jacob murió y sus hermanos tuvieron miedo de que José se vengara del mal que le habían hecho.

Génesis 50:15:

Viendo los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos.

La maldad había sido de ellos (“el mal que le hicimos…”) y de Dios fue la gran liberación que le dio a José en primer lugar y a toda su familia en segundo lugar.

Génesis 50:18:

Vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él, y dijeron: Henos aquí por siervos tuyos.

Se postraron delante de José (Génesis 37:6-11) como José les había dicho que ellos iban a hacer antes que lo vendiesen a los madianitas. Al cierre de este relato hay una conclusión de José que también podría ser la nuestra:

Génesis 50:20:

Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.

Dios lo encaminó a bien. Es lo mismo que decir que todas las cosas lo ayudaron a bien.

Así son las cosas para quienes aman a Dios. Todas las cosas -a la corta o a la larga- le ayudan a bien.

Eclesiastés 8:10-13:

10 Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra; mas los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad. 11 Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. 12 Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia; 13 y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios.

Por todo lo estudiado y expuesto en las Escrituras es que nosotros sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados.

Fin

Nota del  Autor

Toda la Escritura utilizada en este artículo es de la Versión Reina Valera 1960[2] a menos que se especifique algo en contrario.

Toda vez que se utilice una palabra de origen Griego será escrita en minúscula cursiva (Ej.: peirazô). Y si se usara una palabra hebrea o aramea será escrita en mayúscula cursiva (Ej.: YARE). En ambos casos se puede utilizar la palabra raíz como cualquier otra forma gramatical de esa palabra en representación de la familia de palabras.

Debido a que los paréntesis se utilizan en el texto Bíblico; cada vez que exista una nota del autor estará colocada entre corchetes para diferenciarla.

Todas las citas de fuentes externas se notarán en esta otra tipografía para diferenciarlas del resto. Asimismo cuando la cita de la fuente sea de mayor longitud que la presentada en este artículo; se resumirá usando “...” indicando que hay mas información disponible para consulta en dicha fuente.

Las notas al final son una parte integral y necesaria del Estudio. Tienen el propósito de documentar, respaldar, ampliar, aclarar, o reforzar el tema que se trate.

Esta enseñanza somete a consideración del lector el tema que trata. Es mas bien en algunos casos un punto de partida que propone, orienta y -desde ya- concluye con lo que el autor ha estudiado y debido a eso presentado de las Escrituras. No obstante, la Palabra de Dios es simplemente inagotable. El único que no necesita revisión es Dios mismo y Su Palabra según fue originalmente inspirada. Pero nuestro conocimiento y entendimiento  de las distintas maravillas presentadas en la Palabra de Dios siempre pueden ser sometidas al escrutinio[3] del estudiante. Entonces, el presente trabajo es presentado al estudiante Bíblico como una ayuda, una fuente mas de consulta, de referencia y de estudio de la Palabra de Dios. La obra está lejos de pretender ser la única ni mucho menos la más sobresaliente obra de este tipo que exista. Ella no posee eminencia sobre ninguna otra ni es autoridad última sobre el tema. La autoría de la Palabra de Dios es la exclusividad del Padre Celestial y como tal es la fuente de conocimiento y autoridad única.


NOTAS AL FINAL. BIBLIOGRAFIA UTILIZADA Y/O RECOMENDADA:




[1] Esta sección tomada de Studies in Human Suffering, Victor Paul Wierwille, American Christian Press, circa 1977.
[2] La Santa Biblia Antiguo y Nuevo Testamentos, Antigua Versión de Casiodoro de Reina (1569) Revisada por Cipriano de Valera (1602) Revisión de 1960. Sociedades Bíblicas Unidas, 1993
[3] Hechos 17:11
SOLI DEO GLORIA

REV. RUBEN DARIO DAZA